... tantísimas cosas estos días...
Hoy he finalizado la rotación en el servicio de Psiquiatría Infantil y Perinatal, y al igual que empecé muy ilusionada por las buenas vibraciones que me transmitía este campo, acabo las prácticas asombrada y 100% satisfecha con lo que me he encontrado en el camino. Ya no sólo por las anécdotas médicas (aprender a hacer entrevistas, realizar historias clínicas psiquiatricas, examen mental adecuado...) sino más bien por la enseñanza personal tan grande que me he llevado de la Doctora Ibone Olza. El manejo de los pacientes como personas que son, la manera de tratar las situaciones complicadas desde el terreno de la paciencia y la escucha; el silencio y el contacto de una mano en el hombro como la mejor terapia; la importancia del juego en los niños; la expresión de las emociones de las relaciones familiares como síntomas somáticos; todos los beneficios que desconocía sobre la lactancia materna; el método canguro (contacto piel con piel) como plataforma para crear un potente vínculo madre-bebé... y muchísimas más cosas que me servirán no sólo para mi desarrollo como futura médico (ya sea de la especialidad que sea) sino para mi vida diaria. Siento que he crecido en sabiduría personal, he crecido como persona y me siento bien.
Gracias Ibone.
Por si os interesa una bonita página sobre la relación mamá-bebé:
¡Qué no os separen!
Hoy he finalizado la rotación en el servicio de Psiquiatría Infantil y Perinatal, y al igual que empecé muy ilusionada por las buenas vibraciones que me transmitía este campo, acabo las prácticas asombrada y 100% satisfecha con lo que me he encontrado en el camino. Ya no sólo por las anécdotas médicas (aprender a hacer entrevistas, realizar historias clínicas psiquiatricas, examen mental adecuado...) sino más bien por la enseñanza personal tan grande que me he llevado de la Doctora Ibone Olza. El manejo de los pacientes como personas que son, la manera de tratar las situaciones complicadas desde el terreno de la paciencia y la escucha; el silencio y el contacto de una mano en el hombro como la mejor terapia; la importancia del juego en los niños; la expresión de las emociones de las relaciones familiares como síntomas somáticos; todos los beneficios que desconocía sobre la lactancia materna; el método canguro (contacto piel con piel) como plataforma para crear un potente vínculo madre-bebé... y muchísimas más cosas que me servirán no sólo para mi desarrollo como futura médico (ya sea de la especialidad que sea) sino para mi vida diaria. Siento que he crecido en sabiduría personal, he crecido como persona y me siento bien.
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