martes, 27 de julio de 2010

Ave Fénix

“En el jardín del Paraíso, bajo el árbol de la sabiduría, crecía un rosal. En su primera rosa nació un pájaro; su vuelo era como un rayo de luz, magníficos sus colores, arrobador su canto.” Hans Christian Andersen.

El Ave Fénix o Phoenicopterus es un ave mitológica del tamaño de un águila, de plumaje rojo, anaranjado y amarillo incandescente, de fuerte pico y garras, que vivía en los desiertos de Libia y Etiopía; un ser mágico y fabuloso que ha sido retratado en las diversas mitologías.

Según la leyenda cristianizada, el ave Fénix habitaba en el Jardín del Paraíso; su hogar era un rosal. Cuando Adán y Eva fueron expulsados, de la espada del ángel que los desterró surgió una chispa que prendió el nido del Fénix, haciendo que ardieran éste y su inquilino. Por ser el único ser que evitó comer la fruta prohibida, se le concedieron varios dones, siendo el más destacado la inmortalidad a través de la capacidad de renacer de sus cenizas.


El ave conocía el momento en que moría… La víspera de su muerte hacía un nido de especias y hierbas aromáticas, ponía un único huevo, que empollaba durante tres días, y al tercer día ardía, se desconoce si accidentalmente o por voluntad propia. El Fénix se quemaba por completo y, al reducirse a cenizas, resurgía del huevo la misma ave Fénix, siempre única y eterna. Esto se cumplía sistemáticamente cada 500 años.

Esta criatura mitológica es un símbolo del resurgimiento espiritual y físico, de la pureza y la inmortalidad. La potencia interior de esta ave se hace evidente al renacer de sus escombros. Es considerado así como una metáfora viviente de la “esperanza”, ya que simboliza la fe que jamás debe desaparecer en el hombre, a pesar de los obstáculos.

Se dice que los Fénix eran aves magníficas y que aquellos que conseguían verlas lograban encontrar su verdadera felicidad… También es llamativa la habilidad de las lágrimas de estos seres para curar enfermedades y dolencias.

¿Dónde podríamos encontrar nosotros un Fénix ahora? ¿Tendríamos que buscar en Oriente medio o en el Norte de África? No hace falta…

Nuestro corazón es el Fénix más peculiar y maravilloso que podemos encontrar en cualquier parte del mundo. Todos tenemos un Fénix… Cuando caemos y nos sentimos abatidos, cuando pensamos que jamás encontraremos la felicidad, él late con más fuerzas y comienza a arder en nuestro interior. Nunca hay que olvidar que un nuevo corazón, un nuevo Fénix resurgirá de sus cenizas, y será más experto y maravilloso y de nuevo único dentro de su especie.

Si algún día sientes que tienes una gran herida que no eres capaz de sanar, recuerda que tu corazón es fuerte, y si temes llorar… ten en cuenta que tus lágrimas son curativas… Nunca hay que olvidar que la capacidad de resurgir de las cenizas y ver la luz en la oscuridad es una cualidad de la que todos podemos disfrutar. No dejes de ver en cada día la oportunidad de ser feliz, de encontrar primero la felicidad en ti mismo y después buscarla en los demás y ser capaz de transmitirla.

Un Fénix es eterno porque siempre resurgirá de sus cenizas… nosotros en cada experiencia buena o mala de nuestra vida renacemos porque realmente todos en esencia somos capaces de transformarnos en un ave mitológico del tamaño de un águila, de plumaje rojo, anaranjado y amarillo incandescente, de fuerte pico y garras, único y especial.




P.D. El Fénix... elige el Fénix Jorge... mucho más que un simple pollo... xD

3 comentarios:

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