La vida es bella

Esta es una historia sencilla, pero no es fácil contarla. Como en una fábula hay dolor, y como una fábula está llena de maravillas y de felicidad.

Tarde de lunes… cine sola en casa… He vuelto a reír y a llorar como la primera vez que vi, hace ya más de 10 años, mi película favorita… “La vida es bella…” Recuerdo perfectamente cuando un día cualquiera estando en el colegio, al terminar la clase de música, nuestra profesora, Sonia, nos habló de una bonita película que acababa de descubrir y nos animó a verla… No imaginaba en aquel momento todo lo que este film iba a despertar en mí… :)

Una gran fábula de Roberto Benigni (director y coescritor de la película, además de protagonista dando vida a Guido) en la que se consigue el equilibrio perfecto para mostrar el horror y la tragedia del holocausto nazi uniéndolo a un fino sentido del humor y ternura.

Se pueden diferenciar dos partes en la película, la cara y la cruz de la moneda, cada una con su trama y con sus sentimientos, separadas por unos años.
Al principio vemos la faceta más alegre de la vida mientras Guido, un hombre inocente y feliz, trata de conquistar a Dora, la maestra del pueblo…“su princesa”. La magia del amor, la ilusión, la absurdez de las coincidencias… una historia preciosa en la que Guido siempre conseguirá sorprender a Dora de las formas más insospechadas.

Sin embargo, la segunda parte nos muestra la faceta más cruel de la vida. Guido y Dora se han casado y tienen un hijo, Josué. La madre sigue dando clases en un instituto y el padre y el hijo trabajan en una librería. Todo sigue siendo tan bonito como antes hasta que reciben la visita de los nazis, que les envían a un campo de concentración.
Guido hará lo imposible para hacer creer a su hijo que la terrible situación que están padeciendo es tan sólo un juego, hará que conserve la inocencia siempre sacando una sonrisa incluso en los momentos más duros.

No tengo muchas palabras para describir esta emocionante película… Es, desde mi punto de vista, sensacional. Me paso desde el inicio hasta el final con el pañuelo en la mano y llorando; los momentos felices son enternecedores, bellísimos; y en las escenas más duras sigue predominando la fuerza del amor. Nos hace ver que aun en las situaciones más terribles es posible encontrar la belleza a través del cariño por los que tenemos al lado. Que es factible ver la vida siempre desde el lado positivo…

Y me gustaría resaltar una de las escenas que más me llena… Y es la carita de Josué cuando ve aparecer el tanque y exclama: “¡¡¡ Es verdad !!! ” Es cierto, su padre no le mintió… todo era un juego, ha conseguido los 1000 puntos y ha ganado el carro blindado… Impresionante.