Han pasado 4 años desde que te fuiste y aún siento que estás a mi lado cada día… Ocurrió de repente y no pude despedirme… ¿por qué no entré a tu habitación aquel día…? Me culpé por ello mucho tiempo…
Ella ha sido como una segunda madre para mí. Mi abuela vivió siempre en casa con nosotros. Éramos 5. Nos cuidaba a mi hermano y a mí mientras mis padres trabajaban; jugaba con nosotros, nos regañaba cuando hacíamos algo mal o nos peleábamos; nos encubría cuando le pedíamos que no se lo dijese a mamá…
Recuerdo con nostalgia aquellos sábados por la tarde en los que me quedaba sola en casa con ella viendo “Cine de barrio”; preparaba la merienda y nos íbamos al salón tranquilas. También le gustaba jugar a las cartas y al parchís... Sé que le gustaba que la acompañase.
Ella sabía que yo la quería mucho, pero no se lo decía tan a menudo como debiese… Discutíamos mucho... Siento que no valoré lo suficiente los momentos que pasé con ella. Cuando estudiaba pasaba en silencio a mi habitación, se sentaba a mi lado y me miraba: “Cuánto tienes que estudiar hija mía, rezo todas las noches para que apruebes y te salga todo bien, me encantaría verte siendo ya médico; me quedo aquí unos minutos para darte compañía y me vuelvo al salón a ver la tele; dentro de un ratito vuelvo a verte para que descanses”
(…)
La última noche cenamos pescado; comía muy poco como siempre, y yo le insistía en que tenía que comer más que tenía que estar fuerte. Todo fue normal, aunque estaba muy feliz y sonreía mucho; buenas noches y a la cama. Cada mañana cuando me levantaba para ir a clase entraba en su cuarto le daba los buenos días, un beso y le decía “Deséame suerte, Yaya”.
Aquella mañana del 11 de Junio no entré en su habitación. No sé por qué si lo hacía todos los días de forma automática, pero no entré y me fui a hacer el examen de Fisiología. Mi hermano tampoco entró aquel día y se fue al colegio; siempre le hacía un vaso de leche caliente antes de irse y se lo llevaba a la habitación y ese día no… ¿Por qué? Solo cabe pensar que las cosas pasan por algo…
Cuando regresé ella ya no estaba… Falleció sobre las 7 de la mañana. A esa hora salía yo de casa… ¿Y si hubiese entrado? ¿Habría podido hacer algo? Sé que no podría haber evitado nada, que las cosas tienen que pasar pero no puedo dejar de pensar en aquel error por mi parte. Quizá no la habría salvado pero podría haberle dado un último abrazo…
Al menos, sé que no sufrió. Falleció en su cama mientras dormía, sin signos de dolor, tranquila y en paz.
Hoy, y desde entonces, no hay un solo día que no hable con ella.
Sé que desde donde esté me escucha, me cuida, me protege, me guía… Con su foto en mi habitación y su “ovejita” de peluche al lado, confío en que no se separa de mí y me ayuda en todo lo que puede.
No te olvido Yaya,
Te quiero.
P.D. Este es el motivo por el que llevo un año más de carrera. Aquel año no me presenté al resto de exámenes de 2º curso. En septiembre saqué los demás pero no me presenté a Anatomía, y aunque sólo con una pendiente podría haberme matriculado de todo 3º, decidí coger solo la mitad de asignaturas y vivir un poco más relajada, dedicar más tiempo a la familia y tomarme las cosas con calma. Y no me ha ido mal : )
... sin palabras :)
ResponderEliminarSe me han puesto los pelos de punta, de verdad!
ResponderEliminarIncreible! Yo creo que todo pasa por algo, y estoy segura que ella te sige ayudando y deseando suerte desde donde esta!
Un beso :)
Muy bonita la entrada, me he emocionado al recordar a mi propia abuela, que falleció el año antes de entrar en la carrera, y con la que tenía una relación muy similar (me he sentido muy identificada mientras leía).
ResponderEliminarAunque es ley de vida el perder a las personas mayores, nunca se van del todo y siempre caminan con nosotros, es lo bonito de los recuerdos :).
Mucho ánimo guapa
ResponderEliminarSe me han puesto los pelos de punta
Un beso y ánimo para los exámenes que te queden
Un beso...!!!
ResponderEliminarRealmente precioso =)
ResponderEliminarTu entrada me recuerda a mi bisabuela, que era como una tercera abuela para mí. Fue enfermera durante la posguerra, y estaba super emocionada con la idea de que yo me convirtiese en médico el día de mañana.
ResponderEliminarLa noche antes de morir, llamó a mi casa y yo estaba liada con algo y no pude ponerme al teléfono... No volví a hablar con ella nunca más. Nunca me lo he perdonado.
,,dice una canción , con el destino nunca se está tranquilo,,,
ResponderEliminarlas palabras se van se pueden olvidar, los besos se borran, los recuerdos jamás se irán y las personas no nos vamos, sólo cambiamos de "lugar" ;)
Un abrazote enorme!
Muchas gracias a todos, de verdad :)
ResponderEliminarPreciosa entrada, de verdad, te entiendo, pero como muy bien dices las cosas pasan por algo, no le des vueltas, fue como tenía que ser.
ResponderEliminarComo bien sabes, perdí a mi padre otro 11, el 11 de Mayo, hace ya 3 años y no hay día que no le eche de menos y también son muchas las veces que pienso que no le dije suficiente lo mucho que le quería. Pero ellos lo sabían, no lo dudes. Ahora están con nosotras en cada cosa que hacemos. Iñaki ha conseguido alegrar estos días 11 y hacerlos más llevaderos y me alegro que también te venga bien a ti!
Un abrazo enoooooooooooorme wapetona!!!
PD: Serás una gran médico y tu abuela lo sabía, de hecho ella te ayudará a serlo :)
Precioso Miriam... eres una campeona. Un besazo!
ResponderEliminarMucho ánimo Miriam, seguro que tu abuela estará muy orgullosa de tener una nieta como tú!
ResponderEliminarMe vais a sacar los colores al final! ^^ Muchas gracias por todos los comentarios!
ResponderEliminary tu abuela tan contenta a tu lado viéndote estudiar :) ella sabía lo muchisimo que la querías seguro, por eso tenían una relación tan especial ^^ y te mira y te da fuerzas desde su rincón en tu pared, para que seas una médico genial
ResponderEliminarbeeeeesos grandes!
Me parece un relato precioso, lleno de ternura y sentimiento. Sólo recuerda que ahora tu abuela no entrará en tu cuarto para que descanses, sino que estará contigo constantemente para apoyarte y darte ánimos para que llegues a ser una gran médico y sobre ....todo para que seas féliz.
ResponderEliminarEs precioso Miriam! Me dejas los pelos de punta. Estoy seguro que estará orgullosísima mirando desde el otro lado como su nieta se está conviertiendo en lo que ella siempre ha querido ver, dando ánimo y apoyo cada día.
ResponderEliminarUn detalle muy bonito.
Un besazo enorme!
Guapa, como bien dices, las cosas tienen que pasar por algo y por supuesto, no te puedes culpar por ello!
ResponderEliminarEso si, yo digo como MDoc, ella estará superorgullosa de saber donde estás ahora y lo que estás consiguiendo!! Estará contentíisima de ello de verdad!
Y además, tengo que decirte que este post es un homenaje precioso a tu abuela!
Besotes
Muchas gracias Pastora, lo sé :)
ResponderEliminarMDoc y Sra. T! Gracias a los dos como siempre!
Un besazo!
La leí el día que la publicaste y me hizo llorar muchísimo porque me recordó exactamente a mi abuelo.
ResponderEliminarPero bueno, es ley de vida y estoy segura de que tanto a tu abuela como a mi abuelo les gustaría vernos felices y recordándolos con una gran sonrisa, así que: Sonríe.
Un besazo!
Hola linda
ResponderEliminarSoy una medica de 56 anos y leer lo que escribes es tan refrescante, me trae nostalgias de tiempos lejanos ,que hermoso es ser joven tu vida solo es una promesa de grandes exitos como profesional y como persona
Seguire leyendote y comentando ltus hermosas vivencias
Un abrazo desde Ecuador
Muchísimas gracias por sus palabras ^^
EliminarUn abrazo!