Aluvión de sensaciones que remueven por dentro.. que descomponen el alma para volver a mirar en mi interior; ese interior que en ocasiones prefiero ignorar por las prisas del día a día. Hoy de frente me encara, me hace parar, mirarme, sentirme, respirar. Porque es difícil exponer con palabras lo que estoy sintiendo; las lágrimas salen fácil, como si hubiesen estado retenidas durante meses para brotar hoy, así, sin aviso y sin descanso.
Ni la separación por la incorporación al trabajo cuando tenías tan solo 6 meses me costó tanto. Eran horas separadas después de una vida juntas; mantener la lactancia, lidiar con el sueño, volver a coger el ritmo en la profesión… Superado.
Nos hemos separado varios días, varias noches… hasta un fin de semana entero por trabajo, 48 horas en ciudades distintas. Siempre bien cuidada con papá y los abuelos; siempre contenta. Yo siempre tranquila, creando tu propio espacio y el mío.
Tus clases de inglés semanales, tus ratitos de independencia… Fácil. Lo pones todo fácil.
Y hoy, tan sólo 40 minutos de adaptación escolar… me deshacen. Me zarandean como si fuese una pluma en medio de una corriente de viento, sin poder agarrarme a nada. Y no entiendo el por qué.
Hoy te he visto volar igual de feliz y segura que siempre; pisando fuerte con tu personalidad arrolladora y tu independencia. Sonriendo, abierta a lo desconocido con curiosidad y con calma. Tus detalles, tu carisma… Y sé que lo estoy haciendo bien. Verte crecer con tus cualidades hace que me sienta orgullosa, por ti y por mí, por nosotras.
Adaptación… adaptación necesito yo para transitar todo esto que revolotea en mi alma y en mi mente. Por suerte puedo contar con unos días de vacaciones para digerirlo, porque tú estás lista mi niña.
Tus alas, mi vértigo.
Gracias Makenna por ponerlo todo tan fácil; gracias por acompañarme con esa inteligencia emocional tan impactante, con tu cariño especial…
Porque hoy, mientras descansamos en el sofá tomando tetita, vuelves a mirarme así, con tus ojos grandes y profundos, como cuando viste la luz del mundo por primera vez aquella noche en ese quirófano y te encontraste conmigo… Con esos ojos penetrantes, en silencio pero vivos y llenos de conocimiento… como si me leyeras la mente.
Te quiero con toda mi alma.
Feliz comienzo de etapa escolar, valiente Makenna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios tardan en salir un poquito porque tengo que validarlos en el correo! Así no me salto ninguno! ;)