Mi primera guardia (24 horas...)

¡Superada! :D

Ese miedo a la primera guardia, ese sentimiento de inseguridad, los nervios, el temor a hacerlo horriblemente mal... 

¡Lo he vencido y estoy súper orgullosa de mí misma! 

El domingo tuvimos una guardia intensa, como si estuviésemos en otoño/invierno según nos comentaban los resis mayores. No paramos de ver pequeños hasta bien entrada la noche (sólo partimos turno para comer y cenar) ni siquiera pudimos descansar a media tarde como nos cuentan que suelen hacer la mayoría de días. A pesar de ello, el día se me pasó rápido!

Estaba nerviosa. Aunque la semana pasada en la planta ya fui ganando confianza en mí misma al charlar con los padres y explorar a los pequeños, la prueba de fuego estaba aún por llegar. Hacerlo "sola" desde el principio, llamar al paciente, historiar y explorar en el box, escribir al mismo tiempo el informe, pensar el diagnóstico diferencial, pensar si pedir o no pruebas, mirar a los ojos y tranquilizar a los padres, ser amable y sonreír... y por supuesto salir a comentar el caso con el R mayor (R4 "el Súper") o el adjunto para supervisión (siempre tenemos que consultar a un mayor para todo, y por supuesto nos tienen que verificar el informe) Poco a poco, fui sintiéndome más tranquila. Por suerte, los motivos de consulta que vi no eran casos graves por lo que a medida que pasaban las horas iba sintiéndome más cómoda. Tanto los mayores como el adjunto fueron majísimos en todo momento y el refuerzo positivo que ejercían sobre mí constantemente tras cada paciente me fue subiendo el autoestima :) 

La noche la partimos en dos turnos, de tal forma que el R4, una R2, mi co-R y yo nos fuimos a dormir en el segundo sobre las 4:30am. Me costó un poco dormirme al principio aunque estaba cansada y las piernas me pesaban muchísimo...  Nos hemos levantado a las 8:30, hemos bajado a desayunar y me he venido para casa.

Me quedo con la carita de mis primeros pacientes, con muchos de sus nombres, con la tranquilidad con la que algunos me contaban que les dolía la tripita o la garganta, con la valentía de un pequeño de no echar una lágrima tras haberse caído de la bici y llegar con collarín... también con los lloros y pataletas que conseguí calmar en la consulta... y alguna que otra rabieta que no pude controlar... Con el agradecimiento y la sonrisa de los padres al salir del box, con las palabras amables que la mayoría de ellos me dedicaron tras explicarles que sus pequeños estaban bien...

Muchas experiencias y mucho aprendizaje para el recuerdo de mi primera guardia como R1.

A seguir :) 

P.D. Gracias a los consejos de "Blogueando que son dos días" A mí me han servido de mucho :) Si queréis echarle un vistazo:

Consejos para las guardias